Laura de 25 años, llego a Estado Unidos en junio de 2021 trayendo consigo a su hija de 8 años y su hijo de 3 años. Tomó la decisión de emprender el arriesgado viaje desde Guatemala a la frontera de México-EEUU luego de experimentar fuertes ataques de pánico, causados por las amenazas de muerte por parte de su ex pareja quien le exigía entregarle la custodia de sus hijos para evitar cumplir con la pensión alimenticia que se le había asignado en corte.
Con la oportunidad de un nuevo comienzo, Laura no solo ha visto cómo sus dos hijos han mejorado su salud física y mental en corto tiempo, sino que además ella ha vuelto la mirada hacia un sueño que comenzó desde que era niña. Laura siempre quiso ser enfermera, pero las condiciones socio-económicas no la favorecieron. Su padre, -quien ofrecía servicio de enfermería básica en su comunidad-, fue su primera y más importante inspiración: “Yo siempre miraba a mi papá como ayudaba a las personas. Él fue mi ejemplo. A pesar de que era humilde, papá siempre estaba ahí para los demás”.
El enrolamiento de Laura en el programa de GED que ofrece el Colegio Comunitario de Santa Fe, ha reavivado su gusto por el estudio; así como su deseo de ser una inspiración para sus hijos, tal como su padre fue para ella. “Me siento con ese orgullo de que estoy haciendo bien las cosas. Mis hijos tienen una mamá que los ama y lucha por ellos cada día y les enseña que no hay que quedarse en el suelo sino que hay que levantarse a pesar de las adversidades".
Laura aspira terminar el año sintiéndose confidente en el uso de la computadora gracias a los tutoriales que ha tenido con Paola, Family Navigator, quien a través del Programa Santuario del Corazón le ha apoyado a navegar la inscripción para el programa de GED; gestionar la adquisición de una computadora donada por Las Cumbres Servicios Comunitarios; y sobre todo reconocer y valorar en Laura su voluntad de perseguir sus sueños y confiar en su gusto natural por el estudio para sobrellevar los nuevos retos académicos.